HEROES COTIDIANOS
Para los héroes cotidianos: no hay descanso.
Brújulas
del amor y de la vida: no hay descanso.
Quizás el beso atramentario de la muerte terca
o tal vez el apócrifo sueño de lo inesperado.
Y sin reposar sus manos ni sus ojos acrisolados
patean las calles, mucronata la mañana,
para colarse por la albura de algún espacio
donde poder robar un trozo de aire transparente
y beberse la espuma de los días
a claros tragos de esperanza,
algo de pan y de engañifa
bajo la dura droga del trabajo:
pesadumbroso, fusco; rutinario.
Para los héroes cotidianos:
bitácoras fervientes del imposible mar,
detonantes solares.
Luz, sentimiento, materia; oxígeno en las venas.
No hay descanso.
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