i
haz como que no me ves
como que no me nombras
enchufa tu corazón y ponte a vídeo
ii
un hilo d'hormigas atraviesa la cocina
y el líquido s'enfría en un vaso circular/cristálico
como nuestros corazones licuando soledad
cada día / condimento de ciudad
y la poesía se muere en los rincones
cucaracha del siglo de las máquinas
mientras el triturador turbulento torbellino
muele amargos granos de café
iii
ha llegado el invierno de los corazones
entró por una partitura pupílica del ojo
silencioso ahíto
preguntó por tu nombre
y no encontró respuesta
iiii
en la curva gráfica de nuestros días
tú y yo
caminando como una primavera
con un salvoconducto que deshiela el amor
v
me
moriré
en
cualquier
callejón/obscuro
sin
que
te
enteres
tú
vi
solitarios los besos caminan
despacio por el corredor de tu cuello
bajando y subiendo como un ascensor lleno d'amor
tu blusa a cuadros
y el bolsillo
que guarda tu pecho izquierdo
son la sustancia que van manteniendo mi soledad
vii
hay una pequeña víctima en la ciudad de la noche
una víctima longincua como un interminable
verso
articulado
suspendido a propósito
fuera es la noche abierta
y dentro aquí
el amor ordinario de todos los días
dentro de la turgencia de la vulgaridad
viii
limpia la casa
apaga los espejos
y vete lejos a buscar el sol
el sol ruboreciente en cada mar de tu pelo
crepuscular en cada lejanía
el sol de luz hirviente todos los días
todas las flores
vete
sal fuera de la casa
a pisar las hormigas y las aceras
a escuchar los coches
y los aviones
viiii
es un día tonto d'alguna tontería
mientras suena el buen jazz
de la vieja cafetera
y en el garaje un niño mea
jugando a no jugar
con los signos oníricos de su fálica era
pasa lento y saluda
como todas las tardes
john lennon con un pastel en la solapa
silbando acordes de mañana
x
ya sopla el viento ábrego d'otoño
y dentro de la casa
queda un perfume de verano a la llegada del frío
que las hormigas trasladan a trozitos
mientras insiste l'angustiosa invernada
en la casa hay tristeza
detenida en su vientre obscuro y mágico
una tristeza larga de días
como una cola de cometa
xi
mientras la noche llega
los ojos han clavado su mirada
en el claro cristal de la ventana
por donde se fue a jugar la juventud
en la semipenumbra de la soledad
aquí para andar por casa
no nos hace falta dios
y fuera
en la calle
nos protege bien poco de los tiros de la policía
salió a jugar un rato
y no volvió jamás
no volvió
xii
hay una guerra fuera de la ventana
y estoy cansada
cansada de la muerte que
amenazante y tonta por qué no
va tras mi vida día a día
y tengo miedo
a morir
y quedar en el olvido del amor inexistente
en el olvido del mediterráneo manchado
de luz platinada
qu'amanece para morir en una fiesta roja
xiii
cuando lejos del hogar
los hijos ya no rezan
el dolor humano invertebrado
en una neurona del cerebro
más gris que triste
agazapado s'esconde en el arcano
d'aquel misterio que se llamó niñez
ha hablado el tiempo
en días y noches logarítmicas
y perdido tras el círculo vicioso del café
traficante de tardes soleadas
el hijo atesta un duro golpe
a la máquina de recordar
mientras la taza le observa
pérfida y humeante
xiiii
probablemente
hay una realidá fuera
d'esta burbuja de cristal
donde los niños van a la escuela
y la gente muere boca arriba en los hospitales
donde los hombres trabajan duramente
en el cemento
el acero
la miseria
y la muerte de la libertá
probablemente
yo'sté muerto para el exterior
azul y embellecido de ligeras pobrezas
donde los delincuentes roban con amor
las cajas de los fuertes opulentos
y el verano s'ha refugiado en octubre
mediterráneo
crepuscular
celeste
mientras permanezco impresionado
por la sinceridad d'estos momentos
dentro de mi caja de cerillas
acompañado a solas de mi neurosis y mi tristeza
haz como que no me ves
como que no me nombras
enchufa tu corazón y ponte a vídeo
ii
un hilo d'hormigas atraviesa la cocina
y el líquido s'enfría en un vaso circular/cristálico
como nuestros corazones licuando soledad
cada día / condimento de ciudad
y la poesía se muere en los rincones
cucaracha del siglo de las máquinas
mientras el triturador turbulento torbellino
muele amargos granos de café
iii
ha llegado el invierno de los corazones
entró por una partitura pupílica del ojo
silencioso ahíto
preguntó por tu nombre
y no encontró respuesta
iiii
en la curva gráfica de nuestros días
tú y yo
caminando como una primavera
con un salvoconducto que deshiela el amor
v
me
moriré
en
cualquier
callejón/obscuro
sin
que
te
enteres
tú
vi
solitarios los besos caminan
despacio por el corredor de tu cuello
bajando y subiendo como un ascensor lleno d'amor
tu blusa a cuadros
y el bolsillo
que guarda tu pecho izquierdo
son la sustancia que van manteniendo mi soledad
vii
hay una pequeña víctima en la ciudad de la noche
una víctima longincua como un interminable
verso
articulado
suspendido a propósito
fuera es la noche abierta
y dentro aquí
el amor ordinario de todos los días
dentro de la turgencia de la vulgaridad
viii
limpia la casa
apaga los espejos
y vete lejos a buscar el sol
el sol ruboreciente en cada mar de tu pelo
crepuscular en cada lejanía
el sol de luz hirviente todos los días
todas las flores
vete
sal fuera de la casa
a pisar las hormigas y las aceras
a escuchar los coches
y los aviones
viiii
es un día tonto d'alguna tontería
mientras suena el buen jazz
de la vieja cafetera
y en el garaje un niño mea
jugando a no jugar
con los signos oníricos de su fálica era
pasa lento y saluda
como todas las tardes
john lennon con un pastel en la solapa
silbando acordes de mañana
x
ya sopla el viento ábrego d'otoño
y dentro de la casa
queda un perfume de verano a la llegada del frío
que las hormigas trasladan a trozitos
mientras insiste l'angustiosa invernada
en la casa hay tristeza
detenida en su vientre obscuro y mágico
una tristeza larga de días
como una cola de cometa
xi
mientras la noche llega
los ojos han clavado su mirada
en el claro cristal de la ventana
por donde se fue a jugar la juventud
en la semipenumbra de la soledad
aquí para andar por casa
no nos hace falta dios
y fuera
en la calle
nos protege bien poco de los tiros de la policía
salió a jugar un rato
y no volvió jamás
no volvió
xii
hay una guerra fuera de la ventana
y estoy cansada
cansada de la muerte que
amenazante y tonta por qué no
va tras mi vida día a día
y tengo miedo
a morir
y quedar en el olvido del amor inexistente
en el olvido del mediterráneo manchado
de luz platinada
qu'amanece para morir en una fiesta roja
xiii
cuando lejos del hogar
los hijos ya no rezan
el dolor humano invertebrado
en una neurona del cerebro
más gris que triste
agazapado s'esconde en el arcano
d'aquel misterio que se llamó niñez
ha hablado el tiempo
en días y noches logarítmicas
y perdido tras el círculo vicioso del café
traficante de tardes soleadas
el hijo atesta un duro golpe
a la máquina de recordar
mientras la taza le observa
pérfida y humeante
xiiii
probablemente
hay una realidá fuera
d'esta burbuja de cristal
donde los niños van a la escuela
y la gente muere boca arriba en los hospitales
donde los hombres trabajan duramente
en el cemento
el acero
la miseria
y la muerte de la libertá
probablemente
yo'sté muerto para el exterior
azul y embellecido de ligeras pobrezas
donde los delincuentes roban con amor
las cajas de los fuertes opulentos
y el verano s'ha refugiado en octubre
mediterráneo
crepuscular
celeste
mientras permanezco impresionado
por la sinceridad d'estos momentos
dentro de mi caja de cerillas
acompañado a solas de mi neurosis y mi tristeza
2 comentarios:
"condimento de ciudad
y la poesía se muere en los rincones
cucaracha del siglo de las máquinas"
rincones como este, o como otros que conozco, en este siglo de máquinas y cables, mi abuelo solía decir que moriríamos enredados en cables, entonces yo sonreía al escucharle...
supongo que en cierto modo, puede que una parte de nosotros muera o sea sustituido por las máquinas, espero que esto no te parezca demasiado apocalíptico, jejeje
un abrazo...
joel, francisco
éste blog tuyo es una delicia
lo poquito que he leído me
llena el alma
...seguiré leyendo....
mi sincera enhorabuena
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