Manual lírico para poetas inéditos

I
Poemas tolerados para todos los públicos




El mal es humano, y nada de lo que es humano
nos es extraño, pero ante el mal no hay que callarse.
ANDRÉ GLUCKSMANN


Es el sufrimiento y no el genio, únicamente el sufrimiento, lo que nos permite dejar de ser marionetas.
ÉMILE M. CIORAN







TRISTEZAS

Saber que el mismo mundo seguirá mañana,
¡cuánto desarregla!
F. Pessoa


Con la suma de mil tristezas
voy hilando la vida
en la rueca monótona
de los días.
Hilvano sueños, esbozo utopías
y dibujo en el cielo,
madurado de sol,
alguna que otra alegría.
Soy, lo que se dice,
un animal inválido
que mutiló el deseo.
Un ser cancerígeno de tristeza.


LA POBRE VOLUNTAD

La pobre voluntad, ya relegada,
de aquel que llega, hundido,
al último escalón,
y en gesto de vencido
pide y suplica
-en bien de los que tienen-
un poco de trabajo.

¡Qué vértigo el progreso!
¡Qué alto hemos llegado!



SOLO A VECES

Sólo a veces prefiero
morirme de repente
y despertarme al rato.
Revivirme despacio
con la risa y el verso.

En un cerrar de ojos,
los ojos siempre tristes
en un sueño ligero,
soñar que ya estoy muerto
que la vida no es válida.
Salir del agujero
y luego respirar
a gusto y relajado,
arrepentido al cabo
de enviudar la vida.

A veces siento un peso
como de cuerpo muerto
que me ahoga al instante.
Y prefiero estar muerto
y luego despertarme.

EL REVERSO

En estas horas tristes de mi hora,
en este tiempo vacío de mi tiempo,
habreme de dedicar con deshonra,
no ya al verso sino al reverso.


LA APUESTA

Esa apuesta perversa
por dejar de fumar
que jamás fue cumplida
y nunca satisfecha.

Ese desmarque torpe
por dejarse escapar
de costumbre fiel:
la de fumar en paz.

Como batalla eterna
que me enfrenta a mí mismo.
Como mis fantasmas próximos,
los que nunca me dejan.


UNA PALOMA
Una paloma en una bolsa de basura,
moribunda, enfermiza, a punto de cejar
en su empeño viviente,
en el trance postrero de oscurecer su vuelo.

Así el ejemplo de días indolentes
cuando nos puede el miedo
del animal enfermo que padecemos.

Es el progreso mundo:
lanzamos al abismo de la muerte sin pausa
eso que nos distingue, eso que nos delata.
Y así, con cara de niños buenos,
aparecemos más higiénicos.


EN CELDAS DE LA MUERTE
En celdas de la muerte,
aparcados.
Triste sombra de luces y de pena,
la vida aguarda su último regate.
La última finta,
la lámina postrera que refleja
un golpe sanguinario,
un puñetazo de cristal, una quimera:
el destino agotado.


AGUAMARINA

Por el ojo de lluvia
llora mi suerte
y no sé lo que soy
ni siento pena.
Por la arruga de agua
bordeo arrecifes
de días marineros
donde me encojo.
Por la húmeda cita
del mar templado,
navego en frío sudario,
mistral soplado,
sumergido en la muerte.




II
Poemas en primera persona




Homo sum: humani nihil a me alienum puto.
TERENCIO

De todo cuanto la prudencia nos ofrece para la felicidad de la vida, lo mayor es, con mucho, el logro de la amistad.
EPICURO


LECTURAS

Hay poemas que son sólo una impresión somera,
se te vienen encima como llega el invierno.
Ni convinimos por qué ni de qué estaban hechos.
No recuerdas sus nombres ni sus rimas señeras.

Después llegaron otros algo más atinados
pero vagos, ligeros. Y la insistencia en ellos
su acierto fue ensayando en meticulosos versos.
También el tiempo a estos los pasaría por alto.

Restaban esos otros que atrapamos velados
por alguna turbación infiltrada en las venas.
Esos como yedra crecieron sin darnos cuenta
ligados a nuestro corazón. Enamorados.

Ocurre en la vida así con todo cuanto amamos.
Pronto nos engatusan los mimos y los gestos
triunfales. Luego más tarde llega alguien, tremendo

amor definitivo, al que vencido nos damos.



ME DUELEN HOY LOS HUESOS

Me duelen hoy los huesos de escribir poesía
y aún no he hecho un mal verso que me salve la vida.
Los mismos huesos húmeros que allende me crecían
cuando de niño también creí despierto
en las circunferencias y en las proteínas.
Fractura en la metáfora de mis vértebras líricas,
esguince quebrantado, rotura en melodía,
al transcribir el mundo dislocado y hostil,
opúsculo marchito en hormonal paciencia
de las glándulas madres que segregan el tiempo.

Tengo un dolor intrínseco de versos y de tuétanos,
una gangrena larga que me llega hasta el alma
al anotar de prisa y encorvado en las arterias,
la epístola insensata que narra las hambrunas
de este siglo y del hombre en connivencia.
Molido estoy del mundo y su condena eterna
y hoy sólo sé que escribo para mí solo,
en la última resistencia donde escondo
esta febril e inútil tarea que me enferma.


ESTE MAR

Este mar que es ahora como un barco perdido
y antes fue invernadero de todos los deseos
cuando apenas vivía el rumor de los cuerpos.

Este mar que hoy soporta con gravedad de siglos,
entre aguas azules, conspicuos sentimientos,
alfabetos, sirenas, veleros soñolientos.

Este andrógino mar, resistencia y destino,
vive en su soledad: calmo, pluscuamperfecto.
Esperando en silencio la canción de los vientos.

Este mar de los seres que en su fondo han intuido
sedimento de vida, escala de deseos,
cuando no había deseo ni abundaban los cuerpos.

Este mar aquietado, como casi dormido,
olvidado del hombre que aborrece su acento
de oleajes y conchas, de redes y lamentos.

Este mar que es llanura e infinito camino:
caballeros andantes prodigan con empeño
aventuras saladas de velas y de ensueños.

Este mar proceloso, obstinado y esquivo,
esta tumba de algas donde exhalan su anhelo
los penúltimos hijos del frustrado deseo.


Este mar sinfonía de mi alma en olvido.
Esta mole de agua. Este sueño que espero
en las tardes levante, me convoca a su seno.

Este mar ya no es mar sólo infinito abismo.
Este mar de cristal, espejo de universo,
marejada de brumas, constricción de mis versos
sobre la inmensidad de su clamor marino.



ETERNIDAD

Yo quiero ser la sombra que no se nombra.
Estar, permanecer, siempre en todas las cosas.
Ser viento enamorado en los rostros de sol.
La herrumbre de los besos. Molécula de amor.
Yo quiero ser el vuelo invisible y callado
del ángel cuando pasa entre dos cuerpos juntos.
La duda del deseo a punto de estallar.
Y quiero ser instante permanente en los labios
que, a punto de besar, permanecen unidos
rogándose vibrar al cielo que los ata.
Turgencia de los días, savia, limo y olor.
La dulce decadencia del cansino sudor.
Yo quiero ser abismo de la vida que envuelve,
derrota de su muerte en hálito letal.
Susurro oscurecido en un rincón del mundo.




AGNUS DEI
A Gerardo Pérez


Confluye la tristeza convocada a la Vida
por la boca terrible de la sólida Historia,
sonrojadas las páginas de rareza común
sobre el libro sagrado que marca el desencanto.
Y en las Iglesias Rojas hay salmos y versículos
que invocan a los muertos de cualquier religión,
a los muertos de pena, de angustia o depresión.
Y el hombre torpe, a gatas, sale a pedir miserias
para cumplir los ritos del nuevo santoral.
En los templos benditos se adiestran oradores
que cambian el acento de los viejos profetas
por coplas entonadas con actual fervor.
Ha nacido el mesías de los datos bursátiles
envuelto en oraciones de canto electoral
y los rudos banqueros se bañan en champán.
De los Templos Modernos nos tienen excluidos
a los desamparados que poblamos el limbo
y sufrimos la espera del largo desamor.
Sacristanes a coro, monaguillos impíos,
rezad por los parados que pueblan los portales
de la mendicidad. Y la desilusión.



TODAS LAS TARDES

Todas las tardes pasan pájaros quebrando
la esclerótica tersura del cielo.
Sobre sus alas sienten singulares vértigos
de la inmensa libertad que aman en vuelo.
Cruzan la urbanidad de las ciudades
flotando a su rutinario hormigueo,
lejos del múgrido poder que las subyuga
como un domingo triste y ceniciento.
Mientras, en sus ojos, se anuncia la amplia
consigna de estelares, místicos viajeros
en una migración continuada, eterna,
buscando la belleza que retiene el tiempo.
Los miro -pendiente mi ambición-
perplejo. Y de un salto me uno a su vuelo,
enmudecido, anhelante, hasta librarme
del lastre que me determina al suelo.
Y entonces vuelvo a mis desastres cotidianos
cuando los veo curvarse por el firmamento.
Regreso a los pocos restos de mi sombra
descuartizada en analíticos momentos
de la ciudad amenazante e ingrata
y a los retratos malos que me da el espejo.
Retorno al bochorno de la luz eléctrica
atado a mi inmunodeficiente miedo.


CASIDA DEL AMIGO
(Casida de Paco Ayudarte)

Aljama de la voz templada en sueño
sencilla morería de la palabra
zaquizamí que guarda los ingenios
de la luz surtidor y alfaguara
que lanza al aire cuentos asombrados.
Ufana alcoba, almáciga, alcazaba,
zaguán onírico, arrayán etéreo
que escapa entretenido en las mañanas.
Algorfa de recuerdos en la lluvia
alcaicería honesta y apretada
de abrazos y del vino de tus versos:
licor que riega en las atarazanas.
Almuédano que canta las espumas
de días florecidos entre jarchas.
Algaida, almunia, carmen silencioso
en donde brota el narciso y la parra.
Profuso aljibe donde ancla el ocaso
alberca de la tarde y de las ánimas,
atarje en pensamiento, zahorí.
Alfanje, aleya, zócalo de nácar,
alhóndiga de afectos y alminar
que el cielo advierte como hermosa zambra.
Mezquita alegre, acequia y aljarafe
rumor amigo en alacena de agua,
alifa, ragua, zoca y cañaduz.
Melaza y ron, casida en alabanza.



12 DE NOVIEMBRE

A Agustín Segura, cuando quebraron su vida.

Tanto sol como nos fue costando
aprender a vivir. Y tanta risa
consumida después como jugando.

Tanta urgencia por entender de prisa
el mundo que bullía a nuestro lado.
Y su irónica fe como divisa.

Con cuanto afán y esfuerzo acumulado
arrancamos a respirar la vida,
desliando su sabor amilanado.

Tanta alegría como nos fue sentida
en el canto de cisne que entonamos
desde el alma de la noche herida.

Tanto y tan poco. Y todo lo que amamos
sirvió para saber que, sin demora,
nada valió la pena que cantamos.

Es tan triste contarte en esta hora
cómo ha sido tu muerte tan dañina,
cómo tu nombre, en forma aterradora,

circula entre papeles de oficina,
partes funerarios y responsos
que te administran gloria divina.

Lo peor son nuestros ojos borrosos
empañados al acabar los días,
y ese desgarrón hiriente y hosco
que las tardes presentan por donde tú reías.



YO SOY EL INFECTADO

Yo soy el infectado: el portador del sida.
El que vive a destajo la repugnancia henchida.
El que lleva la peste anclada en un costado
hasta vuestro creciente bostezo provinciano.
Yo soy el apestado, el virus siniestro,
el cáncer enquistado en los altivos sueños.
Soy de nuevo el leproso que con su canto avisa,
el que camina réprobo hacia estas cenizas.
Soy también la carcoma del triunfal pensamiento,
quien contamina toda la faz, en un momento,
de los nuevos estetas que venden por anuncios
la armonía suprema y el placentero mundo.
De nuevo soy la plaga y la casta intocable,
la tortura del alma higiénica y lavable,
el mestizaje impuro. La maligna presencia
que os carga de escrúpulo. La temible inocencia
donde alegre yo incubo el contagioso amor.



DIOS DE LAS INCLEMENCIAS

Dios de las inclemencias que, con sesgo de lluvias,
bailas sobre las nubes con escarpines negros,
desde cielos estériles, denegridos, oscuros,
con celajes que hierven la luz en un lamento.
Mándame tu gran trueno de resonancia atroz
que aniquile al instante las entrañas cobardes,
que macere el tejido de esta paz acordada.
Lánzame un infierno de volcánico fuego
con estruendo feroz de clandestinas fraguas
donde forjen demonios mil depresiones arduas.

Dios de las turbulencias, aquiescencia, tormento,
dóname a tus hijas, las protervias catástrofes,
que con loca alegría invadan lupanares,
templos de mercaderes, de babas y de sangre,
donde vermiculosos se restriegan los cuerpos.

Dios de los infortunios con retorcido cuerno,
hético de presencia y palabras espurias,
siembra de velatorios los canónigos tálamos,
donde comen las sobras de amor mal repartidas
los postreros mendigos del extinto deseo.

Dios de las desventuras y las calamidades
quiébrame con tu hado solitario y borracho,
tócame con tu cuerno, masturbador deífico.
Eyacula en las venas de la ciudad bastarda,
llévame con tu risa de muerte y destrucción
y asciéndeme hasta donde no existe nada.



DEMONIO DE MIS SUEÑOS

Dime tú que callado me observas,
demonio de mis sueños, mi mal sueño de amor,
dónde el sentido perfecto que la vida no tiene,
adónde se subliman tantas iniquidades.
Dime dónde estas tú, ánima pura,
para besar tu faz y adormecerme
en un sueño lascivo.

Vengo de nadie y voy, tras mi silencio,
mirando incrédulo el Universo,
moribundo de sol, hasta enterrarme.

Ahíto de respirar el aire que me ahoga,
cansado de escucharme, yo te imploro:
¡ven pronto espía de la nada!
Estréchame en la curva perfecta del olvido,
donde el tiempo no cuenta,
y méceme, ligero, con un negro aire
que lleve mi conciencia donde no quede nadie.


III
Juegos especulares del corazón
perdona lo que soy por lo que amo:
y cuando desdeñosa te desvíes,
llévate allá la voz con que te llamo.
FRANCISCO DE QUEVEDO
Succesore novo vincitur omnis amor.
OVIDIO






TOPOGRAFÍA LUMINAR

Gótica arquitectura de la luz, pienso en ti,
catedral imperfecta rematada en silencios
cuyas alas delatan vidrios, vanos, espejos.
Contrafuertes erguidos que me anuncian sin fin

la firme consistencia de tus cúpulas gratas.
Pienso en ti pórtico de la aurora, atrio sincero
de mi sentido escalar, deslumbrante crucero
donde siento tu pétrea belleza que me aplasta.

Arquivolta rutilante, pináculo del día
clavado al cielo, ábside claro, sereno;
torre, templo gigante, columna desafiante.

Quiero reconstruir toda tu ingeniería
y quiero, andamiar la alzada de tu tiempo
hasta restaurar la pátina de este amor radiante.


ROSA DE LUZ

Hija del Sol y de una lluvia de oro,
crisálida de luz, melifluo beso,
reflejo jalde y flavo tegumento,
siempreviva alquimia hay en tus ojos.

Turgente, iridiscente y refulgente,
lucífero fanal a todas horas,
traslúcido animal de las auroras
que borra la oscuridad evanescente.

Girándula brillante es tu mirada
azafranado mar marea tus cabellos.
Diosa de Idalio irradiada

es Febo tu aura y Prometeo
quien prende lenta llama anaranjada
en el silencio mudo de tus sueños.


CARDIORAMA

En qué hemisferio del amor
está tu corazón ahora.

En qué aduana brillante detenido
con un salvoconducto de afecciones.

En qué región imaginaria,
suave niña de luz, localizarlo.

En qué territorio insospechado
inhala flores de aire entristecido.

En qué comarca sugerente y extraña
palpita silencioso y ahíto.

En qué confín oculto desparrama
su diástole ventura de querencias.

En qué mapamundi ilusionario
quiebra su ala en taquicardia.

En que país galáctico respira
estrellas de afligida emoción.


UNA ARAÑA ANDA EN TU CORAZON Y NO SOY YO
(Letanía invertebrada a dos voces)

Una larva confiesa en tu cálido aliento
Un ciempiés tiene prisa en tu mirada
Un pulgón sacrosanto santifica tus senos
Las polillas benditas resucitan tus besos
Gusanos penitentes expían tus palabras
Cucarachas miopes adoran tu cabello
Un caracol piadoso crucifica tu sexo
Mesiánicas hormigas predican en tus nalgas
Gusarapos novicios martirizan tus dedos
Un grillo litúrgico consagra tu aliento
Ecuménicos sapos purifican tu espalda
Y anhélidos curiosos comulgan tu deseo.

Una cáncana virgen tu cariño procura
Una salamanquesa invoca en tus rodillas
Escarabajos santos glorifican tus curvas
Ladillas pontificias alaban tu figura
Templarios cigarrones santiguan tus mejillas
Un piojo redentor reza en tu cintura
Moscas inquisidoras tu dulzura excomulgan
Luciérnagas contritas en tus pestañas brillan
Acaros sacerdotes reverencian tu nunca
Una santa teresa tu amor llena de usura
Libélulas beatas persígnanse en tu risa
Y arácnidos papales pecan en tu ternura.




NOMEOLVIDES

Han llovido de ti
todas las estaciones
y en los parques antiguos,
infinitas canciones,
suenan como si fueran
melancólicos sones
y cantatas inmensas.

Han vivido de ti
los ocasos de otoño,
en zambras de arreboles,
como lumbre de hornos.
Y elfos en cuadrillas
vanse bebiendo el rojo
rubor de tus mejillas.

Han llorado por ti,
de todas las maneras,
las últimas palabras
de los niños de escuela.
Y tus abecedarios,
presos en las carpetas,
describen formularios.

Han sentido por ti
todas las cosas hoy
un regomello tierno

al saber que me voy,
tristemente un momento
y a tu corazón doy
un puzante lamento.

Han hablado de ti
santones y adivinos
aurgurándote un cielo,
sobre tus ojos líquidos,
de felices ensueños.
Y en tus labios de vino
un silencio de enebro.

He pensado de ti,
risueña nomeolvides,
ser sombra de tu voz
el cariño que eliges,
cuando tu corazón,
como ángel que vive
me condene a su amor.


URBANISTICA
(Poema para 6 recitadores)

La ciudad está perdida
para todas sus causas
y tú vives al margen
en todas las esquinas.

Un reflejo de noche
se dilata en la luna,
pronunciando tu imagen
en un eco de hombres.

Anochecen estrellas
que resuelven enigmas
por las calles vacías
donde tú te sinceras.

Primavera de siempre
jugaré con tu nombre,
hasta romper el cielo
que he descubierto al verte.

Tu cariño es un cuento
oprimido en los labios
cuando hablas al filo
de tu carmín perverso.

Las hormigas resuelven
problemas geométricos
y el arco de tu seno
es ecuación rebelde.


AERONAUTICA
(Carta de aviación a CH.)

En todos los espacios aéreos de mi corazón
hay un ángel que te aguarda.
Un ángel que piensa entretenido
tu concisa figura diamela
de planeadoras noches.
Un ángel que te mira
asomado al borde mismo
de la existencia de tu frágil silueta.

En todos los rincones de mi amor
hay un espíritu que te espera
y que asume tus veleidades cruentas.
Ángel, espíritu, aviador o niño,
todos han sopesado la respuesta
de revelarte a la luz de las palabras
y éstas advierten como son ordenadas,
en plena disposición sentimental,
de una forma dolida y amorosa.

En todos los sótanos de mi tiempo
he puesto el pulso de un reloj
que no cuenta las corrientes de aire
si no por tus ausencias.
Y ahora, ángeles y palomas,

espíritus en vuelo, pilotos y aeroplanos,
invaden en ejército alado,
con su fría presencia aviadora,
la región izquierda de mi pecho.


TODOS LOS NOTICIEROS

Todos los noticieros anunciarán tu nombre
en boletines tórridos de urgente conexión.
Agencias de diseño lanzarán al mercado
una nueva colonia con esencia a tu voz.
Los periódicos, mientras, tratarán largas crónicas
sobre el "modus vivendi" de tu respiración.
Galeradas anónimas compondrán tu silueta
para que a toda página tipografíe tu amor.
Habrá alguna campaña de la mercadotecnia
que reparta prospectos con tu risa en color.
Seré culpable entonces de no haberte mirado
con la forma imperfecta que mira el corazón.
Y en transmisión directa tu vida saldrá al aire
por las grandes cadenas de la televisión.


TRANSBORDADOR OSCURO

Transbordador oscuro me lleva tu recuerdo
por tanatorios locos de hidropésicos cuerpos:
tu deletérea descomposición amorosa
en la orgánica materia mortuoria,
laguna donde ahogo el lento respirar
de ciegas horas con caducidad de amar.

Aprenderé a besarte en las gélidas veladas
del aventado invierno y en sábanas de escarcha.
En desoladas noches donde algunos mendigos
duermen su soliloquio en cartones mullidos.
En el grasiento olor de las amargas dudas
que a rudos operarios ocupan en basuras.
En bares tumefactos donde anhélitas bocas
jalean con alcohol sus esperanzas rotas.

Tus flagelarios besos entrarán con mis males
en cualquier pabellón para enfermos mentales.
A golpe de caricia y enconado electro-shock
se hará oligofrénico mi pobre corazón.
Y tumefactos ojos clavarán en mi sino,
en inyección letal, el suero del olvido.


PRONOMBRE EN TU PERSONA

La ciudad se parece a tu nombre de nínfula
que es mentira y verdad.
Se asemeja al engaño, al rumor y a la prisa,
como tu sobrenombre que huye sin mirar.
Tu nombre, poblamiento de extrañas circunstancias,
vaga alegre en la noche por los carteles viejos
que anuncian citas nuevas en algún sinlugar.
Tu nombre que es un líquido inflamado en el tiempo
anida en los recuadros de anuncios por palabras
y se acuesta liviano en neones oscuros.
Y tu pronombre, en cambio, en su venganza lleva
todos los desagravios que has coronado ser,
escrito en crucigramas con olor a tabaco.
Me guío en tu pronombre y no acierto a entender
otra mentira tuya que no mate otro amor.



DIMINUTIVO AMOR
A Corinne

Átame al sol amable de tu recuerdo diario,
un recuerdito ufano de hombre solitario.
Llévame a la estación de vino que es tu mirada,
borrachita escalera que sube por mi alma.
Muchachita de cera, mírame suavemente,
que no pare de verte hasta la luz rompiente,
y que tu labio, entonces, resbale por mi boca
su saliva tan dulce, liviana y amorosa.
Sóplame con caricias hasta tu tiempo
que vaya pegadito a tu sentimiento,
figurita de papel cuando me arropas.
Linda aurora, bocadito de gloria,
préndeme como un tatuaje sobre tu piel
cogidito a tu aroma, por siempre fiel.
Pedacito de mar dónde buscar consuelo
que no esté muy alejado de tu misterio.
Cristalitos de escarcha son tus palabras
que clavaditas llevo en mis entrañas,
desde esa noche que fui sólo un sorbito
que tú bebiste poquito a poco.

4 comentarios:

Loth dijo...

He estado leyendo tus poemas, y debo admitir que escribes muy bien. Son versos elaborados y sentidos, en métrica y referentes, que saben evocar una imagen o un mensaje nítidos. Yo ahora estoy trasladando todos mis poemas al nuevo blog donde añadiré también mis relatos. Si quieres ir leyendo: http://nirthneedles.blogspot.com

FÉLIX LOBOS dijo...

Hay muy buenos escritos... si no fuera por mi pesima capacidad de concentración leería más... un saludo...

Salud...

WinterScribe dijo...

estoy de acuerdo con féliz lobos
hay mucho que leer =)
pero poco a poco se va lejos

Anónimo dijo...

Buenos días, nos encantaría hacerte una entrevista para nuestra web: Universo la Maga. El método es muy sencillo, si te interesase por favor escríbeme a kike@universolamaga.com

Un cordial saludo y muchas gracias