A veces dejo todo
y me retiro de mí lo suficiente
como para encontrarme a solas
con el nadie que soy.
Entonces me doy cuenta
que estoy hecho
de la arenisca de los días
y de la arcilla del recuerdo,
del viento oscuro de la noche
que levanta muros de soledad
y del parpadear longevo del tiempo.
Soy materia ocupada por su esencia.
y me retiro de mí lo suficiente
como para encontrarme a solas
con el nadie que soy.
Entonces me doy cuenta
que estoy hecho
de la arenisca de los días
y de la arcilla del recuerdo,
del viento oscuro de la noche
que levanta muros de soledad
y del parpadear longevo del tiempo.
Soy materia ocupada por su esencia.
2 comentarios:
Con tu permiso y con tu nombre, lo rebotó en Facebook/Entreverados.
Muy senequista te ha quedado! Y ese barniz de humildad es extemporáneo y valiente.
Entreverados = Entreversos. ¡Maldito corrector!
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