Equívocos

 


 

Te miro y no te tengo

te beso y no me miras.

La vida pasa rápida

y al borde de tu risa

se rompe el hielo y caes

al lago de lo que no ha sido.

 

Sales corriendo a la calle

lejos del miedo que anidas

atrás quedan los recuerdos

en un frasco de cristal

exhibidos.

 

Te alegras de ser tú misma

has conocido el diagnostico

que advierte en calmar

tu pecho alegre,

cuando nada es más fuerte

que la convicción de agarrar

la vida por su mango

y levantar el vuelo

para separarte más de lo justo

y menos de lo suficiente.

 

Miras atrás y ya no estás

otros pequeños cuerpos

de niños ocupan tu lugar.

 

Andas por el estrecho pasillo

del miedo a solas,

te tambaleas sobre ti.

Has amado hasta gastar

todo el amor.

 

No hay más que decir.

Me has mirado y me besas

con la honda dulzura

de quien quiere

ser ángel y sin alas volar.

No hay comentarios: