Adverbiales


 

¿Cómo ha podido ser —se pregunta—

que el día se haya perdido

extinguidas sus veinticuatro cristalinas horas

y miles de segundos apilados

en la destrucción inútil de la vida cronófoga,

en la marchita flor de la existencia

sin haber hecho nada

que detenga este chorro de auroras

este surtidor de grafías,

esta erupción de empeños,

zozobrados en cráteres

de alegrías y desconciertos

en líquenes de ambición,

mientas el aire frío perfora los pulmones

y suena el ronco motor a decepción?

¿Cómo?

1 comentario:

eli mendez dijo...

Cuántos interrogantes que concluyen en uno, que encierra a todos.
A veces dejamos de tener dimensión del instante, perdemos la perspectiva, nos olvidamos de vivirlo y sobre todo de agradecerlo. Un placer estar en este espacio de poesía tan hermoso! Saludos