Permanencias



Pasó el amor y se curó la herida
pero quedó el poema
prisionero en la belleza
de todo lo sentido
y sus versos fueron
más fuertes que el destino.

Pasó el amor y quedaron
las palabras amaestradas,
dormidas sobre el tálamo
blanqueado del recuerdo.

El poema quedó
edificado en versos
como un templo en Atenas:
solemne y en ruinas.










4 comentarios:

eli mendez dijo...

Ayyyy que triste
Un poema tremendo
A veces el amor llega a su fin
pero no sin antes dejar huellas que edifican recuerdos
algunos permanecen toda la vida y son maravillosos
otros pueden desmoronarse con el tiempo, sobre todo cuando hay dolor.
Un abrazo y felicitaciones por tu "Cuaderno de poesia" que siempre guarda versos hermosos.

francisco m. ortega dijo...

Gracias eli mendez. Lo maravilloso son tus palabras y tus lecturas. Y el regalo de tu tiempo. Saludos.

Licaón dijo...

El poema es precioso, pero son una delicia esos últimos cuatros versos =) Un abrazo

francisco m. ortega dijo...

Gracias Licaón por tu comentario y tu lectura. Un abrazo cordial.