En avances de extrañas
separatas,
en poblaciones con más
de cien mil idiomas,
embriagado en las playas
solitarias,
me llega aquel tu aroma
tardío a bergamota.
Y la lluvia en tu cara
dibujada,
y tus besos, en la borda,
zurcidos a mi persona
mientras tus ojos me llaman.
Arribada
cuando la luz aminora
y se estrecha la demora
de la insospechada calma
dilatada,
y tus palabras evocan
desde el viento de la rosa
la aventura naufragada,
cincelada
en caricias que atesoran
tu emoción de zarzamora.

2 comentarios:

mali dijo...

Como si de la torre de Babel se tratara, a veces nuestros cuerpos no se entienden, aun abrazados, me abordas como el mar, sin olas, pero la espuma eriza mi piel, tus ojos llaman bersos, como si un poema recitaran nuestras bocas, tirando las ropas por las ventanas, y tras ese tiempo que nunca concedo a mis versos, todo acaba entre zarzamoras, que siempre llora bajo mis rincones, reloj de arena que se agota, que me calma.

siempre pensé que la bergamota era un olor varonil

mali dijo...

http://palabrasmali.blogspot.com/2006/12/guindilla-picante-sin-ataduras-ni.html